lunes, 17 de febrero de 2014

El Museo Paleoantropologico termense visito el Museo Punta Hermengo de Miramar.


El sábado pasado, el Museo Municipal Punta Hermengo de la ciudad de Miramar, dependiente de la Secretaria de Turismo y Cultura de la Municipalidad de General Alvarado, recibió la grata visita del señor Sebastián Sabater, director del Museo Paleoantropologico Rincón de Atacama de la localidad de Río Hondo, Santiago del Estero.

El señor Sabater, se hizo presente en horas de la tarde, acompañado por su  esposa Liliana y su hijo Diego. Llegaron especialmente a conocer nuestra institución, material exhibido, colecciones entre otros, siendo recibidos por su titular, el museólogo Daniel Boh y Mariano Magnussen Saffer. También se trataron futuros proyectos en común entre el museo termense y nuestro museo, intercambio de experiencias, conocimientos y problemáticas propias de las tareas institucionales etc

Aparte de ser director del Museo Paleoantropologico Rincón de Atacama, fue el principal socio fundador del mismo, el cual, en noviembre último cumplió 25 años de su creación. Contando con el asesoramiento científico de la Universidad Nacional de Tucumán y de Santiago del Estero

Junto a sus colaboradores colectaron en los últimos tiempos centenares de restos de distintas culturas humanas, como cerámicas de varios tipos, artefactos líticos y de metal, restos humanos y todo aquel testimonio de los antiguos pobladores del NOA, lugar muy rico en material arqueológico y antropológico,

También han recuperado a orillas del Rio Dulce, numerosas colecciones de fósiles de grandes mamíferos extintos, destacándose cuatro nuevas especies de armadillos. Justamente, meses atrás, Mariano Magnussen Saffer del Museo de Miramar,  junto a Sebastián Sabater, recuperaron una gran mandíbula de  Stegomastodon, un elefante prehistórico y otros restos, que se conservan y exhiben en dicho museo

jueves, 13 de febrero de 2014

Entomología en el Museo de Termas de Rió Hondo.



En el Museo Paleoantropologico Rincón de Atacama se exhibe una variada y rica  colección entomológica. Sorprende el tamaño de algunos organismos y los colores de otros. Material colectado por Sebastián Sabater, contando con la gran colaboración del entomólogo Juan Luís Farina, del Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia.

 En Facebok: Museo Paleoantropologico Rincón de Atacama.

Cultura de Las Mercedes en el Museo de Termas de Rió Hondo.



La Cultura de Las Mercedes, que se encuentra muy bien representado por numerosos objetos en el Museo Paleoantropologico Rincón de Atacama en Termas de Rió Hondo,  se desarrolló entre el 400 a. C. y el 700 d. C. en las sierras de Sumampa y Guasayán, en la provincia argentina de Santiago del Estero.

La cerámica que la identifica puede ser: gris negra si fue cocida en horno cerrado, o bien rojiza si se la coció en atmósferas oxidantes (hornos abiertos). Las piezas pueden ser lisas, grabadas o pintadas de blanco sobre fondo rojo o negro, con motivos geométricos.

A pesar de la gran cantidad de material arqueológico procedente de la región de Santiago del Estero son pocos los estudios desarrollados. En una época se les atribuyó exagerada antigüedad a las culturas de la "mesopotamia santiagueña", postulándose un hipotético “imperio de las llanuras”, emparentado con remotas civilizaciones del cercano oriente. Luego se llegó a la conclusión de qu estas culturas son similares y en gran parte contemporáneas con las otras del NOA. En Santiago del Estero el periodo temprano estaría representado por la cultura de Las Mercedes.

Según los datos disponibles, Las Mercedes es la entidad cultural agro alfarera más antigua de la región. Su bautizo y catalogación fue obra del arqueólogo Roque Gómez. Con un patrón de asentamiento aparentemente distinto al de la tradición posterior, Las Mercedes se dispersa en el sector occidental de la provincia, con instalaciones extremas hasta ahora conocidas ubicadas en la « Mesopotamia » de los ríos Dulce y Salado, específicamente la aldea de Sayanita (Reichlen, 1940).

Los rasgos cerámicos de Las Mercedes se pueden sintetizar en dos grandes grupos: uno de alfarería negra incisa, con formas y decoración que la vinculan a Ciénaga y Aguada del área Valliserrana, y otro grupo, llamado "Cortaderas" (Serrano, 1958) de color rojizo y con decoración tricolor negro y blanco, cuyos ejemplares más típicos se encuentran en la zona del Ambato (Pérez y Heredia, 1975).

Alguna de esas piezas, pertenecientes a la colección Rosso, presentan figuras draconiformes y otras antropomorfas (Aguada), y sus rasgos faciales presentan la particular nariz llamada ganchuda (Lorandi, 1969); dichos motivos que se completan con otros geométricos. Las representaciones figurativas parecen poco comunes en el territorio de Santiago, en general las piezas "cortaderas" de Santiago conservan solamente el escalonado y la morfología característicos de cuerpos superpuestos y base cónica. Aparentemente al penetrar en la llanura, el estilo Cortaderas pierde algunos de los temas que la individualizaban en el Ambato. Por otra parte tampoco hay buenos datos acerca de los porcentajes relativos de este grupo respecto a los otros tipos Las Mercedes, ni parece claro que su asociación haya sido permanente.

Otros elementos del contexto descrito por Gómez son comunes a la tradición posterior: Las puntas líticas triangulares pequeñas, la industria del hueso o la presencia de miniaturas. En este sentido, Las Mercedes es una especie de puente entre las entidades culturales del Ambato y la típica tradición de la llanura. No hay datos sobre el sistema económico, aparte de su actividad cazadora y pescadora. También se especula que tuviera una horticultura muy primitiva.

Es claro que esta problemática de identidad se inserta en consideraciones más amplias, tales como el uso del concepto de “cultura” para las entidades conocidas del N.O. Por ejemplo Aguada esta presente en Ambato, pero hay diferencias notorias con Hualfín, donde ha sido mejor estudiado (González, 1961-64). A medida que un estilo se dispersa sufre modificaciones e incorpora elementos que estaban ausentes en la región donde se lo aisló роr primera vez. Todo eso hace que la dinámica de interrelaciones espacio-temporales resulte mucho más compleja que lo se pretende expresar a través de una seriación lineal. 

También resulta fuente de errores encerrar elementos contextuales locales dentro del rótulo de “cultura”, porque de esa forma el arqueólogo termina creando muchas culturas, aparentemente disociadas, cuando en realidad puede tratarse de una sola tradición u horizonte cultural, que contenga variedad de manifestaciones locales, con rasgos que las particularizan, pero que no las aíslan de la totalidad. Estas sesudas consideraciones se hacen para que pueda entenderse que ante una situación como la que plantea Las Mercedes, la solución no es local sino global, en relación al N.O. 

No hay duda de que Las Mercedes es originalmente intrusiva en Santiago, de modo que lo que habrá que averiguarse son las causas de la dispersión y las condiciones en que se produjo y los tipos de relaciones que se establecieron con las sociedades que ya ocupaban la llanura. Desde este punto de visita, Las Mercedes еs una entidad cultural que penetra en Santiago occidental porque sus sierras forman parte del sistema ecológico del Ambato. 

Роr lo tanto, al menos en sus momentos finales, Las Mercedes debió estar en contacto con Aguada y al mismo tiempo se introduce al interior de la llanura y debió hacer contacto también con los portadores de Fase Las Lomas, que comienza tal vez hacia el año 800 d. C. y que constituye la más antigua de las fases de la Tradición Cultural Chaco-Santiagueña propiamente dicha. También queda pendiente el estudio de los mecanismos adaptativos y las razones por las que los portadores de materiales de Las Mercedes se expanden hasta la «Mesopotamia». 

De lo que no hay duda es que de alguna forma entraron en contacto con grupos con alfarería de técnicas Sunchituyoj y les transmitieron elementos de su ideología draconiforme, como lo muestran los « búhos draconizados » de Fase Las Lomas.

En Facebook: Museo Paleoantropologico Rincón de Atacama.

domingo, 9 de febrero de 2014

La isla Tara Inti suma atractivos con fósiles prehistóricos de la zona, por la contribucion del Museo Rincon de Atacama.





El objetivo es acercar a la gente una parte del patrimonio histórico de la zona, en un ambiente natural bien resguardado.

Publicado el 14/08/2013 - LAS TERMAS, Río Hondo (C) La isla Tara Inti, ubicada a la altura del nodo 4 de la Costanera, es uno de los principales atractivos turísticos que convoca a numerosos turistas del país.

Próximamente exhibirá restos fósiles prehistóricos que pertenecen al Museo Municipal Paleoantropológico Rincón de Atacama y serán ubicados a lo largo del circuito donde están instalados miradores para el avistaje de aves silvestres.

La reserva natural es un área protegida de importancia para la flora y fauna santiagueñas. El investigador y director del Museo Rincón de Atacama, Sebastián Sabater, reveló a EL LIBERAL que con el objetivo de ilustrar este espacio de atracción turística se instalarán piezas de fósiles prehistóricos hallados en el departamento Río Hondo y las cuales pertenecen a la colección del museo.

‘Estamos haciendo el laqueado de los fósiles y se está haciendo la construcción de las vitrinas donde estarán adentro los materiales representativos que se expondrán con información. Se trata de fósiles de la edad geológica que existieron en la región.

Son piezas de fósiles como el mastodonte, megaterio y gliptodonte’, contó Sabater.
Cabe recordar que actualmente en la isla Tara Inti se puede contemplar las réplicas pertenecientes a las especies tiranosaurio rex, brachiosaurus y ankylosaurus.
Se trata de robots electrónicos decorados con vestidura característica de un animal prehistórico que responden a los movimientos de las personas a través de sensores.

Un importante número de turistas y vecinos se dan cita a la isla para contemplar esta reproducción de ejemplares extintos. Éstos están ubicados en el mirador 1, tiranosaurio rex (8 m de largo por 3 de altura); en el mirador 2 el brachiosaurus (9 m de largo por 5) y el mirador 4 el ankylosaurus (5 por 1,50).

Los robots controlados por un tablero electrónico realizan movimiento y sonidos propios de la especie, sin que se produzcan efectos negativos o alteración del estado natural de la reserva. De esta manera se da mayor realismo para el disfrute de los visitantes.